En un mundo de fallas y aventuras secuestradas, se encuentran dos pequeños héroes que pondrán el ejemplo con sus divertidas vivencias, acompañados de amigos muy diferentes.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Hallazgos 2

Aguacate ha dejado aquí la segunda parte de sus hallazgos.

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JOAQUÍN

Joaquín vio el fondo del vaso de cerveza y supo que tendría que regresar a casa para cerrar ciclos y cumplir promesas. La espuma recorría las paredes hasta llegar al fondo, dibujando rostros de terror. Joaquín no sabía si eran esas figuras, o el ligero emborrachamiento, lo que le hacía arrepentirse de sus actos para con Azalea. Pagó la cuenta y salió del local. Cuando hubo caminado un par de cuadras, miró todo distinto: el aire fresco le despejó la frente y se dio cuenta de que sus actos no habían sido malvados del todo, porque en realidad él siempre, y durante toda su vida, se había visto forzado a hacer cuanta cosa le requirieran, sin tomar en cuenta sus deseos, como con Azalea esa tarde había pasado.

Mientras caminaba por el parque de los monumentos patrios, venía a su memoria el día en que ella apareció de pronto a su puerta. Entro y sin decirle nada, se desnudó y tomó por asalto su cuerpo –el cual respondía bien, dado su juventud– y le dejó la mente en blanco. Acto seguido, se recordaba medio vestido y atolondrado frente a una iglesia, recibiendo una cadena y prometiendo que volvería por ella.

Ahora sentía un nudo en la garganta, no sólo porque miraba cómo un vándalo se le acercaba con evidente intención de hacerle algún daño, sino por no haber tenido el valor suficiente –o la cabeza fría– ese día, para no acceder a esas peticiones en contra de su sentido común.

Salió del parque con premura y se incorporó a la avenida más transitada e iluminada que halló. Los focos, todos amarillos, lo invitaban a pasar a cada local. Estuvo por entrar a uno de ellos, cuando algo se lo impidió: Alguien lo asía del brazo, volteó con terror.

Al ver de quien se trataba, su terror se tornó en alivio y pocos segundos después, llegó el pánico.

Azalea tenía la sonrisa más dulce.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Acabo de descubrir su Blig a traves de un amigo y seguidor del mio, y he de decir que me parece muy interesante. Me ha llamado mucho la atencion el título, muy divertido y todo lo escrito, tiene una narrativa muy buena.
Me alegro de haberlo descubierto.
Un saludo y enhorabuena!

Anónimo dijo...
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